Escrito por: Gabriel Alzate Tobón
Algunas instituciones médicas ven la transformación digital como un proyecto más, pero en mi experiencia y desde mi punto de vista profesional, puedo asegurar con total certeza que esto es un error. Hablar de transformación digital implica hablar de cambio en el modelo de negocio.
Ahora bien, sabiendo que esto no es un frente ajeno al negocio, sino que, por el contrario, es una necesidad transversal, el primer elemento primordial para alcanzar el éxito es contar con un líder que tenga visión y capacidades claves para poder liderar la implementación.
Entonces, ¿Qué implica esto?
Lo primero es entender cuáles frentes deben alinearse para trabajar como un engranaje perfecto.
El modelo de transformación digital GAT abarca 7 frentes fundamentales para reinventar el modelo de negocio:
- Recurso Humano
- Producto/Servicio
- Mercadeo
- Canales de venta
- Servicio al cliente
- Procesos operativos
- Tecnología
Cuando se llevan a cabo estrategias en estos 7 frentes, las cuales han sido diseñadas para trabajar de manera integral mientras conservan un enfoque hacia una misma causa, se puede hablar de modelo disruptivo, y de allí se deprende el concepto de transformar el modelo de negocio.
El líder debe ser capaz de trabajar en conjunto con los diferentes equipos alineando todos los procesos. Su rol es acompañar, diseñar y construir las estrategias que ayudarán a esa reinvención del nuevo modelo de negocio, y de manera recíproca cada equipo ayuda a dar continuidad a dicha implementación.
Y ¿Por qué hablo de esto? Pues bien, he visto como algunas instituciones separan un grupo de colaboradores para trabajar en un proyecto llamado “Transformación digital”: entregan un APP/pagina web/software con unos servicios y listo “quedó la transformación digital”. Pero esto no está generando un cambio en el modelo de negocio, si bien el uso de la tecnología hace parte es claro que no representa por si sola la transformación! Y es justo por eso, que me quiero detener acá a señalar dos cosas:
a) La experiencia del cliente debe ser vista como un diferenciador del producto/servicio ofrecido, la cual es capaz de generar valor por diversos canales (incluyendo medios digitales)
b) El producto/servicio debe ser centrado en el cliente con valores diferenciales que le permitan a la institución ser atractivos en su mercado.
La transformación digital requiere un cambio en la perspectiva cultural, la cual debe empezar desde la punta de la pirámide ya que si los altos directivos no están convencidos difícilmente podrá tomar lugar. La formación al interior sobre esta nueva revolución digital debe de ser parte de ese proceso de transformación. Además, las capacidades blandas en el talento humano, el trabajo colaborativo y la integración de nuevas tecnologías son fundamentales, al igual que la apertura al cambio.
En conclusión, la transformación digital no es un proyecto que está de moda; es la reinvención de cómo generamos valor utilizando la tecnología como base de diferenciación, es centrarse en el cliente y cambiar culturas laborales para ser empresas ágiles y flexibles. No puede ser catalogado como una tendencia pasajera solo porque se hable mucho del tema; se habla es por la importancia y el impacto que tiene en las organizaciones. El uso de las tecnologías es necesario, pero se necesita de una estrategia transversal para lograr esa disrupción capaz de generar valor.
En ese punto, aquellas instituciones que no se reinventen con el tiempo desaparecerán.
